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‘Space bacteria’ set to land in Barcelona
From seed germination to healthy bones, all life processes on Earth are influenced by gravity. Studying biology in conditions where gravity forces are extremely low – for example in the International Space Station or other orbiting spacecraft – can reveal new fundamental insights about life on Earth, paving the way for new industrial applications.
A new collaboration between the Centre for Genomic Regulation (CRG), an international biomedical research institute in Barcelona, and yuri GmbH, a commercial space biotechnology company in Germany, will bring together researchers to harness the power of microgravity conditions in space and study its impact on human health, cells, and plant biology.
“In microgravity, certain biological processes can be accelerated, leading to the rapid maturation of organisms. This can be useful in many different life science fields, for example agriculture and food production research, as well as for drug discovery and treatment of various diseases,” explains Daniela Bezdan, Chief Scientific Officer at Yuri GmbH.
The collaboration’s initial lines of research will explore the potential of bacteria to survive and thrive in space environments. Eventually, the researchers will leverage the extreme conditions in space to create new strains of ‘space bacteria’, a process that could lead to the creation of materials and products never seen before with industrial applications ranging from new sources of energy to food production. The collaboration will begin by analyzing strains of ‘space bacteria’ that have been sourced from the International Space Station, with the samples expected to return for analysis to Barcelona on the 15th of April.
The projects will be guided by Daniela Bezdan, and Yuri researchers will join Roderic Guigó’s research group at the Centre for Genomic Regulation’s headquarters at the Barcelona Biomedical Research Park (PRBB). Dr. Guigó is Group Leader in the Computational Biology and Health Genomics research program.
Reacting to news of the agreement, Dr. Guigó says: “With the launch of its nanosatellite program, Catalonia is already emerging as a new player in the space economy. This collaboration will help partner our growing local expertise with ambitious global innovators with the objective of comprehensively understanding how extreme environments shape biology at the fundamental level. The long-term success of humanity may depend on it.”
“This is the first joint commercial space lab of its kind. These kinds of collaborations will be key to pushing humanity into the boundaries of space,” says Prof. Christopher Mason, Scientific Advisory Board member of yuri GmbH, Professor at Weill Cornell Medicine in New York, a PI for the NASA Twins Study, and Member of the National Academy of Sciences (NAS) Decadal Survey for Life and Physical Sciences Research in Space 2023-2032.
The collaboration is part of a wider trend of researchers using microgravity environments to learn more about the way the world around us works for the benefit of life on Earth. Microgravity experiments have already led to important advances in many other fields such as material sciences, for example through the creation of metals with unique mechanical and chemical properties for use in catalysts or turbine blades in jet engines.
Conducting microgravity experiments is getting increasingly accessible thanks to lower costs of sending materials into space. In recent years, yuri has established itself as a routine service provider, having launched more than 151 space experiments to the International Space Station to date in collaboration with organizations like NASA, ESA, GlaxoSmithKline and Charité Berlin University of Medicine Hospital. In early 2024, yuri is expected to launch ScienceTaxi, a life science incubator facility which will enable different types of microgravity experiments onboard spacecraft.
“This commercial agreement is one small step for space biology but one giant leap for the Centre for Genomic Regulation. Open, affordable access to experiments in low-orbit space offers are ushering in an exciting new era of research in space and Barcelona will play a role in that,” concludes ICREA Research Professor Dr. Luis Serrano, Director of the Centre for Genomic Regulation.
EN CASTELLANO
Las 'bacterias del espacio’ aterrizarán en Barcelona
Desde la germinación de las semillas hasta el desarrollo de huesos sanos, todos los procesos de la vida en la Tierra están influenciados por la gravedad. Estudiar la biología en condiciones donde las fuerzas de gravedad son extremadamente bajas, por ejemplo, en la Estación Espacial Internacional u otras naves espaciales en órbita, puede revelar nuevos conocimientos fundamentales sobre la vida en la Tierra, allanando el camino para nuevas aplicaciones industriales.
Un nuevo acuerdo entre el Centro de Regulación Genómica (CRG), un instituto investigación biomédica en Barcelona, y Yuri GmbH, una empresa de biotecnología espacial en Alemania, establece una colaboración entre sus equipos de investigación para aprovechar las condiciones de microgravedad en el espacio y estudiar su impacto en la biología de las células, las plantas y la salud humana.
"En microgravedad, ciertos procesos biológicos tienden a acelerarse, lo que lleva a una maduración rápida de los seres vivos. Podemos aprovecharnos de este fenómeno en muchos campos distintos en las ciencias de la vida como, por ejemplo, en la investigación agrícola o en la producción de alimentos, así como para el descubrimiento de nuevos fármacos o el tratamiento de diversas enfermedades", explica Daniela Bezdan, directora científica de Yuri GmbH.
Las líneas iniciales de investigación explorarán el potencial de las bacterias para sobrevivir y prosperar en el espacio. Eventualmente, los equipos científicos aprovecharán las condiciones extremas en el espacio para crear nuevas cepas de "bacterias espaciales", un proceso que podría crear nuevos materiales y productos nunca antes vistos con aplicaciones industriales como nuevas fuentes de energía o nuevos productos alimenticios. El proyecto comenzará analizando cepas de "bacterias espaciales" que se han obtenido en la Estación Espacial Internacional, y se espera que las muestras lleguen a Barcelona para su análisis el 15 de abril.
Los proyectos estarán guiados por Daniela Bezdan de Yuri GmbH, y sus miembros de equipo se unirán al grupo de investigación de Roderic Guigó en la sede del Centro de Regulación Genómica en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB). El Dr. Guigó es jefe de grupo en el programa de investigación de Biología Computacional y Genómica de la Salud.
Reaccionando al acuerdo, el Dr. Guigó afirma: "Con el lanzamiento del programa de nanosatélites, Cataluña ya está emergiendo como un nuevo jugador en la economía espacial. Esta colaboración con ambiciosos agentes innovadores a nivel global contribuirá a consolidar nuestra creciente experiencia local, todo con el objetivo de comprender de manera integral cómo los ambientes extremos del espacio afectan a la biología a nivel fundamental. El éxito a largo plazo de la humanidad puede depender de ello".
"Este es el primer laboratorio espacial comercial conjunto de este tipo. Este tipo de colaboraciones serán clave para impulsar a la humanidad a los límites del espacio ", afirma el Profesor Christopher Mason, miembro del Consejo Asesor Científico de Yuri GmbH, profesor de Weill Cornell Medicine en Nueva York, investigador principal para NASA Twins Study y miembro de la encuesta decadal de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) para la investigación de ciencias físicas y de la vida en el espacio 2023-2032.
La colaboración es parte de una tendencia emergente donde la ciencia utiliza el entorno de microgravedad para conocer más sobre el mundo que nos rodea para el beneficio de la vida en la Tierra. Los experimentos de microgravedad ya han dado lugar a importantes avances en muchos otros campos como, por ejemplo, a través de la creación de metales con propiedades mecánicas y químicas únicas para su uso en catalizadores o álabes de turbinas en motores a reacción.
La realización de experimentos en microgravedad es cada vez más accesible gracias a la reducción de costes de envío de materiales al espacio. En los últimos años, Yuri se ha establecido como un proveedor de servicios rutinarios, lanzando más de 151 experimentos espaciales a la Estación Espacial Internacional hasta la fecha, en colaboración con organizaciones como la NASA, la ESA, GlaxoSmithKline y el Hospital Charité Berlin University of Medicine. A principios de 2024, se espera que Yuri lance ScienceTaxi, una incubadora que permitirá llevar a cabo diferentes tipos de experimentos en microgravedad a bordo de naves espaciales.
"Este acuerdo comercial es un pequeño paso para la biología espacial, pero un gran salto para el Centro de Regulación Genómica. El acceso abierto y asequible a experimentos en naves espaciales de órbita baja está marcando el comienzo de una nueva y emocionante era de investigación en el espacio, y creo que Barcelona jugará un papel en eso", concluye el profesor de investigación ICREA Dr. Luis Serrano, director del Centro de Regulación Genómica.
EN CATALÀ
Els ‘bacteris de l’espai’ aterraran a Barcelona
Des de la germinació de les llavors fins al desenvolupament d’ossos sans, tots els processos de la vida a la Terra estan influenciats per la gravetat. Estudiar la biologia en condicions on les forces de gravetat són extremadament baixes, com ara a l’Estació Espacial Internacional o d’altres naus espacials en òrbita, pot revelar nous coneixements fonamentals sobre la vida a la Terra, aplanant el camí per a noves aplicacions industrials.
Un nou acord entre el Centre de Regulació Genòmica (CRG), un institut de recerca biomèdica a Barcelona, i Yuri GmbH, una empresa de biotecnologia espacial a Alemanya, estableix una col·laboració entre els seus equips de recerca per aprofitar les condicions de microgravetat a l’espai i estudiar el seu impacte en la biologia de les cèl·lules, les plantes i la salut humana.
“En microgravetat, certs processos biològics tendeixen a accelerar-se, fet que causa una maduració ràpida dels éssers vius. Podem aprofitar-nos d’aquest fenomen en molts camps distints de les ciències de la vida, com ara, en la recerca agrícola o en la producció d’aliments, així com en el descobriment de nous fàrmacs o el tractament de diverses malalties”, explica Daniela Bezdan, directora científica de Yuri GmbH.
Les línies inicials de recerca exploraran el potencial dels bacteris per sobreviure i prosperar a l’espai. Eventualment, els equips científics aprofitaran les condicions extremes de l’espai per a crear noves soques de “bacteris espacials”, un procés que podria crear nous materials i productes mai vistos abans amb aplicacions industrials, com ara noves fonts d’energia o nous productes alimentaris. El projecte començarà analitzant soques de “bacteris espacials” que s’han obtingut a l’Estació Espacial Internacional. S’espera que les mostres arribin a Barcelona per a la seva anàlisi el 15 d’abril.
Els projectes estaran guiats per Daniela Bezdan de Yuri GmbH, i els membres del seu equip s’uniran al grup de recerca de Roderic Guigó, a la seu del Centre de Regulació Genòmica, al Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona (PRBB). El Dr. Guigó és cap de grup al programa de recerca de Biologia Computacional i Genòmica de la Salut.
Reaccionant a l’acord, el Dr. Guigó afirma: “Amb el llançament del programa de nano satèl·lits, Catalunya ja està emergint com un nou jugador en l’economia espacial. Aquesta col·laboració amb ambiciosos agents innovadors a nivell global contribuirà a consolidar la nostra creixent experiència local, tot amb l’objectiu de comprendre de manera integral com els ambients extrems de l’espai afecten la biologia a nivell fonamental. L’èxit a llarg termini de la humanitat pot dependre d’això”.
“Aquest és el primer laboratori espacial comercial conjunt d’aquest tipus. Aquest tipus de col·laboracions seran clau per a impulsar la humanitat als límits de l’espai”, afirma el professor Christopher Mason, membre del Consell Científic Assessor de Yuri GmbH, professor a Weill Cornell Medicine a Nova York, investigador principal per a la NASA Twins Study i membre de l'enquesta decadal de l'Acadèmia Nacional de Ciències (NAS) per a la investigació de ciències físiques i de la vida a l'espai 2023-2032.
La col·laboració és part d’una tendència emergent on la ciència utilitza l’entorn de microgravetat per a conèixer més sobre el món que ens rodeja pel benefici de la vida a la Terra. Els experiments de microgravetat ja han donat lloc a importants avenços en molts d’altres camps, com ara, a través de la creació de metalls amb propietats mecàniques i químiques úniques per al seu ús en catalitzadors o àleps de turbines en motors a reacció.
La realització d’experiments en microgravetat és cada cop més accessible gràcies a la reducció dels costos d’enviament de materials a l’espai. En els darrers anys, Yuri s’ha establert com a proveïdor de serveis rutinaris, llançant més de 151 experiments espacials a l’Estació Espacial Internacional fins a l’actualitat, en col·laboració amb organitzacions com la NASA, l’ESA, GlaxoSmithKline i l’Hospital Charité Berlin University of Medicine. A principis de 2024, s’espera que Yuri llanci ScienceTaxi, una incubadora que permetrà dur a terme diferents tipus d’experiments en microgravetat a bord de naus espacials.
“Aquest acord és un petit pas per a la biologia espacial, però un gran salt per al Centre de Regulació Genòmica. L’accés obert i assequible a experiments en naus espacials en òrbita baixa està marcant l’inici d’un nova i emocionant era de recerca a l’espai, on crec que Barcelona hi jugarà un paper”, conclou el Professor d’Investigació ICREA Dr. Serrano, director del Centre de Regulació Genòmica.